Tras culminar las prácticas, conseguir todos los documentos
necesarios, espera de respuesta y seguida de una confirmación; pude culminar
todo el proceso para que mi expediente de Bachiller pueda ser admitido. Estuve
meses esperando poder hacer esto, ya que en Julio del 2012, termine la
Universidad. Ese día fue un alivio total, salí temblando de mi último final, y último
examen universitario, no más clases por fin!.
Meses esperando poder bachillerarme y se hizo realidad. Un día
antes, tuvimos la prueba con la toga y la explicación de lo que teníamos que
hacer. Subir al estrado, saludar al Rector, al Director de Carrera y luego
firmar. No era tan complicado pero para todos se hacia un mundo, si nos equivocábamos
o hasta si tropezábamos.
Esa mañana, poco a poco iban llegando los exalumnos al salón
donde teníamos que cambiarnos y esperar hasta el inicio de la ceremonia, aún seguían
las explicaciones de lo que teníamos que hacer, porque no todos lo sabían. Las
chicas probándose el birrete, que no se caiga o no nos quede muy grande; todos inclinándose
para comprobar que no se fuera abajo al momento que el rector (en nuestro caso
el vicerrector), cambiara de lado la borda. Fueron minutos de risa con los
comentarios que iban soltando para perder el nerviosismo. Era la hora, ingresamos al Auditorio, con caras serias y en silencio; luego de las lecturas de las resoluciones correspondientes, cada uno fue llamado por su nombre para que se acercara a recibir su diploma y su pin de exalumno.
Felizmente todo salió bien, nadie tuvo errores para el
recuerdo y nadie se cayó en las gradas. Al culminar la ceremonia, todos se
dirigen al jardín, nos tomamos la foto con todos los bachilleres y lanzamos los
birretes. Aunque no todos somos amigos, al compartir ese momento, todos somos
uno.
A continuacion venia la sesion de fotos, ves como todos se van acomodando con sus familiares para las fotos del recuerdo.
Debido a que nos hicieron ir temprano, y siempre hay que
arreglarse para estas ocasiones, no tome desayuno, mi estómago sonaba toda la
ceremonia, por lo que al terminar todo, con mi familia nos fuimos almorzar. Por
mi colación, tuve regalos, los cuales fueron detalles muy lindos de su parte,
hasta mi primita, Nicole, me hizo un regalo muy personalizado el cual lo voy a
guardar bien bonito.
No sé cómo se dieron cuenta o solo por escuchar, pero el
restaurante donde fui, al traernos los postres, me dieron uno extra como Felicitación
de mi Bachiller, en verdad me sorprendí y fue un regalo muy rico.
Pase un día muy bonito, con personas que siempre han
esperado mucho de mí, y aprecian cada logro que alcanzo. Me reí un montón, y no
puedo quejarme, comí demasiado rico ese día. Soy bachiller y ahora a preparar
mi título, no será fácil, pero será algo propio.